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La frecuencia ideal para el mantenimiento de tus paneles solares varía según las condiciones locales, pero se recomienda realizar una revisión completa al menos una vez al año. Este mantenimiento no solo maximiza la eficiencia del sistema,
sino que también es crucial para garantizar la seguridad de tu instalación.
Con el tiempo, pueden acumularse polvo, hojas o excrementos de aves que disminuyen la producción de energía.
Además, las conexiones eléctricas y los inversores pueden deteriorarse, lo que podría representar un riesgo si no se detectan a tiempo. Un mantenimiento preventivo permite identificar posibles fallas o problemas que, si no se corrigen,
podrían generar riesgos eléctricos, como cortocircuitos o incluso incendios.
Es importante que este trabajo lo realicen profesionales capacitados, ya que el sistema fotovoltaico maneja altos voltajes y un mal manejo puede poner en peligro tanto la instalación como a las personas que la revisan. Por eso, siempre es mejor confiar en un equipo especializado que garantice la seguridad y el rendimiento óptimo de tus paneles.
Mantenimiento operativo: Descripción anterior
Mantenimiento preventivo: Descripción anterior
Normalmente se suele tardar alrededor de las 2 horas teniendo en cuenta que nos subimos al tejado, revisamos toda la estructura, limpiamos los paneles, comprobamos el cableado desde las placas al inversor, medimos valores eléctricos en el cuadro de protección, revisamos y ajustamos todo el cableado, comprobamos funcionamiento de las protecciones, y comprobamos el estado del inversor fotovoltaico.
Aunque puedes limpiar superficialmente los paneles solares, no es recomendable hacer el mantenimiento completo por tu cuenta debido a los riesgos tanto eléctricos como de caídas que implicaría. Los profesionales están capacitados para
manejar altos voltajes y revisar todo el sistema, garantizando un funcionamiento seguro y eficiente.
Si durante el mantenimiento se detecta un problema, el equipo de profesionales evaluará la gravedad de la situación y te informará de inmediato. Dependiendo del tipo de fallo, puede ser necesario realizar reparaciones en las conexiones eléctricas, los inversores o incluso reemplazar componentes dañados. Si es posible se repararán sobre la marcha y si tienen más complejidad se presupuestará aparte para que estés informado de las reparaciones que debes hacer.
El objetivo del mantenimiento es justamente identificar cualquier inconveniente antes de que se convierta en un problema grave, manteniendo tu sistema seguro y operando al máximo rendimiento.
